viernes, 30 de septiembre de 2011

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porque quizás si no hubiera dictado la historia con esos acordes, un árbol sostendría los aviones de papel como sueños, como tus sueños en ese árbol de hojas verdes y amarillas. quizás no valga la pena derramar tanta tinta y tantos papeles mientras la real palabra la contiene mi boca con peces de colores fugaces. somos breves, somos pasajeros en un tren, somos encuentros casuales. y fue una sensación, una contradictoria, pues que ahora todo se basa en contradicciones, y quise caminar mucho, caminar lejos, mirar árboles por debajo y hacerte sonreír.

domingo, 25 de septiembre de 2011

viernes, 23 de septiembre de 2011

no te vaya a pillar el caracol.


elegí el encendedor azul, no se porqué no elegí el verde o el rojo, tenía los 7 cigarros, 25 con algo y una boleta de metro, ya en la esquina a mitad de cigarro, sólo con el cigarro en mi mano, en vez de tus dedos, en vez de tu pelo, seguí el camino ese que me gusta tanto recorrer con tus pasos, y la canción me acompañaba, y encontré a un saxo acompañado de dedos mágicos que lo recorrían y le hacían sacar las mejores notas, y un jazz exquisito, con libros, con cafés, con pájaros de papel encerrados en jaulas verdes. algunos pasos vacíos, otros decididos, otros confundidos, otros perdidos, otros lentos, ya da igual el mío, porque el humo me llegaba a la cabeza y explotaba a mis neuronas con un recuerdo, una imagen efímera que los años taparon con una capa de polvo gris, lo recuerdo, pero poco, fugazmente, sin profundizar como quisiera... recuerdo las cosas que decía para esconder el silencio, me acuerdo del pasillo, me acuerdo de la otra mirada ajena a las personas que debo recordar ahora pero por razones que no podría explicarte permaneció en mis sueños ayer. ya no quería irme al lugar de siempre entonces doblé, para sumergirme un poco en ese mar espeso de calles, y los libros, títulos, y algunos pies de páginas, algunos tan viejos, recorridos por tantas manos que había que tomar con suma delicadeza y con títulos que provocaban tocar las páginas, sentir ese olor a un escritor escribiendo en una página blanca que ahora es café y él probablemente muerto esté. y seguí, seguí porque quería hacerlo, y estaba a punto de encontrar el "café escondido" que nunca está escondido para mí, en vez de eso me topé con la banca chueca, y los tacos negros de una mujer de vestido rojo y pelo negro sonaban en el piso como gotas sobre agua, los azulejos que tapaban la pared vecina me perdían y el perro siguiéndome, otro cigarro? no, no quiero tener nada en mis manos, quiero sentirlas vacías, y los dibujos, dibujo de un caracol por la vereda, cuánto se tardó en cruzarla? me encontré con mariposas, con un café con mesas afuera con miradas diversas como peces, caminar, caminar, sin parar, para qué? pero quería, de hecho lo hice, apoyar la cabeza en el farol mirando la pantalla iluminada con tu nombre, faltaba apretar el botón, qué más da, porqué pensar tanto, pero no... la mirada de un taxista fue la que me saco de ahí, con los mismos pretextos de siempre, sin ponerme el chaleco, porque quería sentir frío también, el frío que no había sentido en todo el día. y cuando abandoné el farol, no quería ni sentir mis pensamientos, y hacía equilibrio en la acera, y veía las tapas de cerveza en el piso, ya las tenía todas. es que aún no entiendo porqué cuando llegué a escribir -el papel estaba más blanco que nunca, tú en mi mente, y yo fuera de ataúd- después de haber pensando tanto en eso, y escribirlo en mi mente la otra tarde en vez de pensar en letras, en frases, en poesías, sólo tuve una imagen en mente.

viernes, 16 de septiembre de 2011

ya no sé ni que escribir.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Anónimo.-

No vamos a dejar que sean sólo 500 días o sí? Por que a diferencia de ella, estoy intentando reencantarme del amor, dejando de lado la creencia en el destino y mi inconstancia. Va a tomar un tiempo, pero sólo pido a cambio que volvamos a intentarlo. Estoy dispuesta.

viernes, 9 de septiembre de 2011

para maga.

para verte cerraría los ojos y giraría mil veces, porque de a poco he aprendido que esa es la única forma de verte como quiero, como eres. cómo tenerte con antifaces de colores. y encontrando voy acariciando con la punta de los dedos tu color, tu voz, tu aroma. darte el carrusel, sueña, apuesta con confianza, y sin miedo a perder... pero no te quedes ahí, en ese rincón de siempre, buscando qué nombre intercambiarte para que combine con tu pelo.
porque sabemos que si caminas en la acera, serás tú, pero ahora le temes a los autos.
y ojala que no me consuman los pensamientos, que no acuda a los recuerdos, que no cante las canciones con tantos sentimientos, y que sueñe un poquito sin pensar en tus manos vacías, en tus manos frías, en tu cara blanca. y si no... y si no, somos lo de siempre, lo que nunca nadie será, lo que no volveremos a ser, lo que perdura y se queda pero se va y da vueltas, lo que todas las mañanas se colorea cuando abres tus ojos y piensas en canciones.

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si salto las 6 cerámicas, si nos da rojo, si para la micro, si llego a tal punto antes que termine la canción, si cruzo el pasillo de noche antes de que los zombies imaginarios entren a mi pieza, si camino 5 segundos con un solo pie sin que nadie lo note, si en la página al azar del libro al azar que escoja aparece algo... será la señal, que dependa de eso.

que no puedo tocarte ni en canciones.

Ojala se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta
ojala pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora, un disparo de nieve
ojala por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones
ojala que no pueda tocarte ni en canciones

miércoles, 7 de septiembre de 2011

somos huracanes.