viernes, 27 de enero de 2012


quise ocultarle por un tiempo que eramos una especie de mostruitos, con las manos grandes posadas sobre su nuca, y siempre me confundían porque cuando intentaba besar su frente sacaba unos colmillos increíbles que le provocaban desgarrar el miedo desde el pulmón y provocar un ahogo momentáneo, de un instante casi, o un poco de segundo. E intentaba mirarte a los ojos, así tener la verdad, la razón bien puesta cuando la tomaras de golpe, y mis ojos se agrandaban como platos y se ponían negros enteros que entrabas en ellos y pusiste los pies como cuando hay una sensación incómoda. Y es por eso, tenemos silencios incómodos, pegados a un respaldo pegajoso por el calor, y las manos que se querían venir a mi cara porque los ojos se me caían y no habría sabido cómo explicártelo, no quería darte excusas y tampoco quería mencionar tanta cosa, y los perros no ladraron esa noche, y yo miraba al techo como monstruo aún y encontré que no era tan blanco, y encontré que los rinocerontes deberían ser azules, y quizás así nombraría con orgullo rinoceronte a mi perro, mi próximo perro, y también yo podría contarte más cuentos, más canciones, más rutas, más nubes, pero cada vez que lo pienso me convierto en monstruo de nuevo, con patitas y manos grandes, con colmillos, ojos grandes y una pancita morada.

domingo, 22 de enero de 2012

Iba a intentar partir por la excusa de las cartas, partir porque pensarte era más simple, era más fácil y coincidía con las prácticas patéticas de un orgullo mudo, pero a mitad de camino apareció la canción que describiría el camino de tiza,o el equilibrio en la acera, entonces sonreí, y fue ahí que quise ir a buscarte.

viernes, 20 de enero de 2012

y, bueno, yo..

domingo, 15 de enero de 2012


y dime qué forma le das, que nombre le vas a poner y si quieres ponerle un hilito para que te siga a todas partes, abandonarla algún día y que llore en el invierno, que me provoque poner las manos en los bolsillos y de a poquito pensar a ti, y sonreirle a la nube porque sabía que esa sería la consecuencia, o bien prender un cigarrito y volver las calles mas ligeras y tu recuerdo aún más chispita, aún menos zapato, aún más un sin fin de letras y pensamientos, que te inspire a escribir las cartas, anheladas cartas, y sí, se escondió un poco en tu cabeza, porque para mí, tu cabeza siempre ha sido eso, una nube, y tú un camino de tiza, un libro de poco fiar, un hombro desnudo, unos ojos cafés que por más que intento, nunca puedo llegar a describir.

sábado, 14 de enero de 2012

(:


hay 300 millones de formas de causar una sonrisa, eso, una simple sonrisa, la persona estira sus labios finos, gruesos, etc. dejando mostrar sus dientes chuecos, blancos, chicos, grandes, con mucha encía, con grandes colmillos, con grandes paletas, etc. o quizás no los muestran y sus labios los ocultan, sus pómulos se resaltan, quizás algunos formando margaritas, los ojos se ponen diferentes, algunos se achican, formando arrugas a los extremos de los ojos, o no sólo eso, hay algo dentro, hay un brillo, cierta chispa que revela que una persona sonríe. Las sonrisas son como las olas, se forman de forma única e irrepetible y llegan a un punto en que explotan en una sensación exquisita, pero después se acaban para formarse otra vez de nuevo. Hay una sonrisa que me gusta más que cualquiera, que con sus características la hacen ser mi sonrisa favorita, es cierto, daría cualquier cosa por ver esa sonrisa, porque me fascina, no sólo por sus formas y sus detalles, sino también por todo lo que eso implica. Pero realmente hay algo que me gustaría causar más que una sonrisa, más que esa ola que va y viene.

lunes, 9 de enero de 2012


Es que si el juego se convierte así de simple, así de accesible, se vuelve menos tentador.

domingo, 8 de enero de 2012

viernes, 6 de enero de 2012

Ríe la noche y achina los ojos morochos más lindos que vi.
Es larga la noche y es claro el camino.
Mi despedacito de río hasta dónde bajarás?