sábado, 16 de junio de 2012

y ahora, cómo sabré quién eres?

domingo, 3 de junio de 2012





Lo prendí mal en un principio, me fui a la ventana, para que el humo se fuera para alla, y después pegué mi cara contra los fierros helados de la ventana, sentía las manos muy frías, sentía el viento muy helado y empezaron a pasar cosas por mi cabeza, pero no pensaba en nada, no pretendía nada. Me miro, me dijo, vamos a la pieza, dime, y las piernas se me movían como si tuviera frío, y le dije, que necesitaba caminar. Al final no me entendió, sabía que no lo haría de todas formas. Me fui, no quise prender otro cigarro, y caminé, caminé mucho, tenía harto frío pero me gustaba, quería quedarme caminando por Santiago toda la noche, y lo habría hecho, me moría por hacerlo.
Aún sigo preguntándome qué mierda tenía ese cigarro.