sábado, 28 de mayo de 2011
white hands
Pasaría diciéndote cosas, te hablaría de lo que pienso de este momento o de esta sensación, te contaría o por lo menos, trataría de explicarte todo lo que se mueve mi suelo o lo se altera mi cerebro al momento de aparecer esto, sí, sólo esto y el resto de todas las cosas. Pero qué, cada vez me guardo más mis aves. Y si quiero elevarme alto, siempre puedo cerrar los ojos. Pisan y se quedan quietos mis pies en el pavimento que quiero sentir con mi frente fría, ya veremos, que parece batirse el mundo y quedarnos inmersos en fotografías, canciones y una imagen imposible de borrar ahí pegada a los ojos. Sigo, sigo y se va. El problema es que cuando sienta, sienta y me canse de sentir, nunca sabrás que el silencio se comió al gato y este a la lengua, y ahí seguiré, seguiré y me iré.