un domingo, la brisa común de septiembre, la tarde cálida, no estaba en mis planes ir, fue algo de momento a otro. verte, asimilar la diferencia de tu imagen, mirarte a los ojos que seguían siendo verdes. "la isabella tiene los ojos parecidos a los tuyos" decía mi mamá. y miraba mi cara por mucho tiempo. sentirla respirar, sentirla mirar... "era tan lindo saber que usted existía" pero ya no... y todo fluctúa entre una promesa en que no pude cumplirte.