domingo, 13 de junio de 2010

Dados y cartas

Creo que esta es la mejor manera, como juego estético, como canción de jazz, encerrarnos de a poco en una espera aparentemente interminable. Echas a reír sin más razones que el minuto o los dos que pasaron a tu lado haciéndote cosquillas en el cuello. Pero tú, tu nunca llorabas, preferías mirar el suelo un buen rato hasta que se te pasara ese ahogo que se sentía en tus pulmones, y después seguías aunque con menos vitalidad que un día de lluvia normal. Se te escapa la sombra, la sombra de gato que aparece por una brisa bohemia, que aparece de vez en cuando de mañana, tarde o noche, cuando se le de la gana. Mejor color amarillo de tarde o de sueño para despedir lo que quieres que se quede, pero qué más da, si son tus cuentos, son tus números que hacen la decisión correcta, pero no se basa en eso... o preferirás apagar la luz, o tal vez sea la inconstancia implacable que tienen tus ojos aveces, cuando más juego hay por delante.