el problema es que no pude encontrar ningún dibujo más que fotografías colgadas de un techo alto, tenía que subirme a los pisos rojos para subir a verlas y sonreír un rato. y es que me imagino, corriendo por la ciudad, buscando en los faroles como siempre con el sol cayéndose y los edificios sosteniéndolos y los árboles haciendo figuras en el piso que cambian con el viento, me imagino eso y un par de bicicletas, de esas clásicas, antiguas. pero cuando pienso en todo eso, nunca se viene a mi mente los números impares.