
me gusta soplar los dientes de león, y me gusta pensar que cuando el cigarro está en punta alguien piensa en ti, me gusta poner el dedo en el agua y causar círculos perfectos, y hablando de agua, me encanta pisar los charcos de lluvia, y hablando de lluvia, odio los paraguas. Me gusta que al tomar cerveza de la botella al despegar los labios tenga un sonido especial, y también que los labios queden húmedos después de eso, encerrar el mar en bolas transparentes donde pueda verlo y escucharlo, y creer en las cosas que nadie cree ni le gusta creer, que la gente tenga olores diferentes, hablarle a los perros, caminar y cantar por la calle, imaginar historias de la gente, y escribir hueas, como ahora.