
no sé si me daba risa o curiosidad que a veces cuando me hacía preguntas profundas que me hacían mirar al sol, arrugar los ojos, con las patitas de gallo, sonreía y miraba sus ojos cafés en silencio y le explicaba en una pequeña frase, una tímida frase... ponía peces en mi boca, me hundía los ojos para mirar la panorámica desde lejos, como si no fuera yo, me estoy dando vueltas... lo sé. me pintaba los dedos y dibujaba las nubes, perseguía a las moscas, y tocaba la banca verde y miraba tratando de buscar algo, alguna señal que me pudiera asegurar que entendía todas esas cosas... pero nunca fue así, al final cuando respondía, me miraba de la forma que mira cuando digo cosas así y sonreía. Al final creo que no entendió lo más esencial, que todas esas vueltas que me daba, que todas esas cosas que hacía, era lo que me provocaba hacer saltar todos esos peces, decir todas esas cosas respecto a... eso.