jueves, 25 de febrero de 2010
Magnifique
¿Nos creímos el cuento de nuevo? el acordeón resuena y miente, te miente porque quiere. Vaya música de fondo que crea con sus brazos sobre las paredes y el piano queriendo aparecer. Las sombras que deja la extraña cortina, que nos quiere absorber... tal vez a un mundo paralelo, tal vez a esa tarde que te cuesta olvidar. Pero qué mas da todo eso ahora... cuando la radio da señales magníficas... Magnifique. 11 y 6 , pero qué piano y qué miradas. Pero no, no y no. No lo entenderás de nuevo, y tal vez yo tampoco lo haga.
lunes, 22 de febrero de 2010
domingo, 21 de febrero de 2010
Como siempre quise que fueras.
Íbamos por el centro, me tenías de la mano y caminabas con grandes y rápidos pasos, yo tenía que ir casi trotando porque mis piernas eran muy pequeñas. Tenía la mirada baja y comparaba el tamaño de tus enormes zapatos negros con mis chalitas rojas. La gente también caminaba como tú pero ellos siempre tenían la mirada perdida, tú no... te fijabas cada algunos segundos en que siguieras sujetando mi mano. Ellos parecían máquinas, tu por mientras parecías lo que sigues pareciendo hasta hoy.... un superheroe, mi escapatoria, mi protección.
Seguimos caminando y llegamos a la plaza de armas donde estaba lleno de palomas, entonces yo corría tras ellas para que se asustaran y volaran por montones... tu te enojabas, porque te preocupabas de que en algún giro o trote me perdieras de vista en ese lugar lleno de máquinas y algunos artistas. Al final, después de ver un rato las pinturas y caricaturas cerca de la catedral, nos sentábamos en una banca a esperar que dieran las 2. Mis pies quedaban volando mientras estábamos sentados en la banca, por mientras tus negros zapatos tocaban el suelo sin ni un esfuerzo.
Yo me paraba en la banca para alcanzar tu cabeza y hacerte cariño en el pelo (que ya se notaba una cana por ahí) y aveces te daba besitos en tu mejilla que nunca tenía esa barba puntiaguda como la mejilla de tu compañero de trabajo.
Un día de invierno mientras me bañaba y tenía todo el shampoo en los ojos, te escuche llorar en el pasillo. Y eso te hizo diferente a todos los héroes... tu no morías y volvías a tener más vidas, como en los juegos, como los gatos. A ti te herían y volvías a levantarte, y por eso eras diferente a todos... y por eso eras el mejor héroe que alguien podía tener.
Seguimos caminando y llegamos a la plaza de armas donde estaba lleno de palomas, entonces yo corría tras ellas para que se asustaran y volaran por montones... tu te enojabas, porque te preocupabas de que en algún giro o trote me perdieras de vista en ese lugar lleno de máquinas y algunos artistas. Al final, después de ver un rato las pinturas y caricaturas cerca de la catedral, nos sentábamos en una banca a esperar que dieran las 2. Mis pies quedaban volando mientras estábamos sentados en la banca, por mientras tus negros zapatos tocaban el suelo sin ni un esfuerzo.
Yo me paraba en la banca para alcanzar tu cabeza y hacerte cariño en el pelo (que ya se notaba una cana por ahí) y aveces te daba besitos en tu mejilla que nunca tenía esa barba puntiaguda como la mejilla de tu compañero de trabajo.
Un día de invierno mientras me bañaba y tenía todo el shampoo en los ojos, te escuche llorar en el pasillo. Y eso te hizo diferente a todos los héroes... tu no morías y volvías a tener más vidas, como en los juegos, como los gatos. A ti te herían y volvías a levantarte, y por eso eras diferente a todos... y por eso eras el mejor héroe que alguien podía tener.
sábado, 20 de febrero de 2010
junto con el frío
Aveces me pregunto porqué estoy aquí, como si cambiando algunas acciones, tiempos, diálogos, caminos, pudiera cambiar cómo me recuerdas hoy. Quién se imaginaría que tantas cosas intensas pueden empezar por una vereda, unos stickers, o algunos pasos. Porque en algo tubo que depender de nosotros, o no? ... porque lo recuerdo bien, ya empezaba a hacer frío y todos estaban amontonados y la conversación adentro era la de siempre (y sabes como detesto las rutinas) asi que fui a la puerta, y fui a probar suerte dando unos pasos sin dirección por ahí, y estabas tú... pero me podría haber quedado en la puerta, o practicamente pude entrar, aferrarme a la rutina, o pudiste estar en otro lado. Pero no... te quedaste ahí, sin las intenciones ni el conocimiento de quién era ni quién sería. Pero al fin de cuentas, sólo a medias dependimos de ese hecho. Y llegaste entonces junto con el frío, sopas y cartas de azar.
jueves, 18 de febrero de 2010
Just run away
Cuando algo está dando vueltas en mi cabeza casi saturándola de todo lo demás... mi única solución es correr. Puede sonar estúpido... pero es la única acción que puedo tomar para sentir que realmente escapo. Poner los pies bien firmes en el piso, respirar hondo y derrepente correr con todas mis fuerzas, sin que nada ni nadie pueda detenerme, dependiendo de cada suspiro, con las luces a mi alrededor siguiendome, y la noche cayendo.
martes, 16 de febrero de 2010
Dream
Sólo un poco de tiempo necesito para poner las cosas en su lugar... mirar el reloj, la lluvia cae, el frió va y viene. Encontrarte en el café, el terciopelo del sofá me atrapa, soy tan conciente de lo que está pasando, de las consecuencias que vendrán. Pero con mis manos te despido y te digo... Lo bueno de esto, es que después de besarte... nunca más volverás a verme. Y después de suspirar y abrir los ojos se cumplio lo prometido.
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