Cuando algo está dando vueltas en mi cabeza casi
saturándola de todo lo demás... mi única solución es correr. Puede sonar estúpido... pero es la única acción que puedo tomar para sentir que realmente escapo. Poner los pies bien firmes en el piso, respirar hondo y derrepente correr con todas mis fuerzas, sin que nada ni nadie pueda detenerme, dependiendo de cada suspiro, con las luces a mi alrededor
siguiendome, y la noche cayendo.