sábado, 17 de abril de 2010

No está mal

No me digas de nuevo que es la vida, que es el tiempo, que somos nosotros. Escuchame ahora, porque tengo algo que decir. Espera un poco , quieres? . Hay mucho de todo. Y todos además estaban en los sillones buscando que decir, además de lo que llevamos hablando de un mes... y que te aseguro que seguirá por un par más. So lucky, so strong, so proud... para no poder decir, para no poder revelar que está muerto de miedo. Pero no te preocupes, ni un poco... es de esos miedos de los buenos. Que te estremecen el cuerpo entero con un escalofrío de lujo, ¡pero qué sensación! que te pone helada las manos y los pies... y de ahí obviamente todo el cuerpo. Tenía las manos frías, había llovido (se había caído el cielo sobre nosotros prácticamente) y tu no te reflejabas en ni un charco sobre el pavimento, y tenia mis manos bien apegadas en los bolsillos, mirando el piso bien fijo. Si estuvieras conmigo esta noche, te cantaría una vez más. Es de esos miedos que te hacen saber que es sólo eso, pero que hay toda una caja negra detrás, entiendes?. Que estás tú ahí teniendo algo entre tus manos mientras yo intento comprender todo lo que pasa... por una mente con muy poca cualidad filósofa para poder explicártelo. Es de esos miedos que después de todo te hacen saber una debilidad tuya. Tu entre tus manos sostienes una debilidad mía (pero no lo sabes, nisiquiera lo sospechas) es cuando uno siente mucho de todo. Y tratando de acomodar bien las cosas, poniendo todo sobre la mesa, tomando el vaso entero... te hace poner los pelos de punta y sentirte exquisitamente vulnerable(no es por masoquismo, pero ya te dije que era miedo de los buenos), y hace tiempo que no recordaba lo que era sentirse así, después de jugar tanto al indiferente, creo que en ese punto cuando te muestras totalmente, cuando todas tus debilidades están visibles es cuando irremediablemente tengo que decirlo. Supongo que está bien... por como lo explica I will follow you into the dark.