
No es que no tuviera nada que decir, porque tú sabes que siempre tengo algo que decir respecto a eso, pero en el momento que tenía que decir algo, yo sólo imaginé que podía hacer lo que tantas veces había querido en esas situaciones. Cuando vos alla, yo acá, terminabamos en algún rincón en el mundo. Aun así lo dije, después de sumergirme un poco en el pensamiento, te dije como susurrara en tu oreja todo esto, pero se había cortado.