Hundes la cara en la almohada, los ojos los pierdes entre lineas y pasas negando con la cabeza cuando más de alguna mañana fría te perdiste en recuerdos o pensamientos con esa idea, ese muro asesino. Porque lamento tanto que ahora los colores sean más negros para ti, que te hayas escondido tras tus gafas, que el orgullo este bien puesto arriba del lamento.
Porque tu reacción fue rápida, tomaste el volante y a todo lo que daba el pequeño yaris llegaste al lugar... casi no te pude alcanzar corriendo. Y te ahogabas, te ahogabas cuando hablaste por telefono y conducias el auto lento y se te iba para los lados, y tu voz tenía tanto de todo... rabia, pena, dolor.
Qué podría decirte ahora. Mi mayor confesión fue poder decir que te queria. Porque no es lo mio, y lamento eso también. Y aveces te haces de la idea de haber superado, y haces dialogos que en realidad son solo entre tu y un recuerdo, pero sirve o no? ... casi real, tanto como hablar con la tía yolanda. Hablamos?. Lloramos, lloramos juntos porque quisimos, y porque lo sentimos asi... porque te senti ahi a mi lado tan ligera y delicadamente indefenso que por más de un momento quise defenderte de ti mismo, por más de un momento quise ocupar yo el papel de heroe.
Te amo papá.
