
con los pies chocando el piso, sentada con los codos en la mesa y la cara iluminada de una luz bien amarilla, está lleno de papeles abajo, lleno de recuerdos y cartas, y en mi mente mil imágenes y sensaciones. retrocedo en el tiempo porque quiero, y lo veo todo de una perspectiva externa con el conocimiento de los sucesos posteriores. y allí va, casi igual que siempre, con menos días vividos y con menos experiencia que hoy. es un gusto volver y encontrarte, es más bien un placer poder retroceder cuando quiera y siempre encontrarte de la misma forma, sin que nada cambie su posición ni tampoco la sensación que provoca.