domingo, 5 de septiembre de 2010

Cachorro

no sé cómo explicarlo, pero fue algo que pensé hace unos días cuando nos encontramos en la tarde cerca de la ventana de un noveno y alto piso, ya que después de comer leche asada con tanta azúcar quedamos con las neuronas revueltas y empezamos a imaginarnos figuras en las nubes, había de todo, desde un poni, un dragón, zeus, perros, lo curioso era que veíamos las cosas de la misma forma, encontrabamos las figuras más originales al instante. es algo que pasa, supongo, o quizás no. pero a ti no tengo que darte explicaciones de ningun tipo a diferencia de los demás que llegan a perseguirte con una expresión de duda y hay veces en que no dan los ánimos de explicaciones y la única respuesta que reciben es una mueca con la boca cargada hacia un lado y las cejas un poco levantadas. porque tenemos secretos, tenemos códigos, tenemos constituciones, tenemos planes... y en eso se basa todo. puedo decirte cosas que nadie podría entender menos tu, o no podemos decir nada y aunque pase mucho tiempo estará bien porque tu silencio no me causa nada incómodo, y todo el apoyo incondicional que existe para todo. y cuántos caminos en bicicleta, cuánta gente hicimos reir por nuestras discuciones estúpidas en la calle, cuánto desorden hicimos por nuestras peleas o juegos inmaduros, cuántas canciones, cuántos skittles, cuántos planes, cuántos concejos. es que creo que realmente nunca encontraré una persona como tu de nuevo, y es que derrepente se me olvida recordarte que eres mi confidente, partner y por casualidades extrañas me pongo a escribir de esto hoy. me costaría mucho empezar a tomarte como las figuras de un pasado que con cada día se vuelve más y más confuso, entonces trata de mantenerte y que nuestros planes vayan bien, que tengas tus recetas de comida como "para las penas" y que me acompañes a mis sindicatos o cosas así que terminemos como esas amistades viejísimas que cuentan de épocas lejanas, que viajemos como diarios de motocicleta, y que sigas siendo como de la misma sangre con un alma que no difiere mucho a la mía.